Las zonas comunes en una comunidad de vecinos son aquellos espacios o elementos que son de propiedad y uso común para todos los propietarios de la comunidad. Estas zonas pueden incluir, por ejemplo, el portal, el ascensor, las escaleras, el patio, el jardín, la piscina, el garaje, la azotea, etc.
La Ley de Propiedad Horizontal establece que las zonas comunes son de uso y disfrute común para todos los propietarios y que su conservación y mantenimiento es responsabilidad de la comunidad de propietarios. Por tanto, el mantenimiento y la conservación de las zonas comunes debe ser financiado con el dinero de la comunidad y no de forma individual por los propietarios.
Es importante que todos los propietarios respeten las normas de uso de las zonas comunes y las mantengan en buen estado para su disfrute por parte de todos. Además, las decisiones sobre la gestión y el uso de las zonas comunes deben ser tomadas por la
comunidad de propietarios en las juntas de propietarios, donde se pueden discutir y aprobar medidas para su mantenimiento y mejora.
En resumen, las zonas comunes son un elemento clave en la convivencia de una comunidad de vecinos y su mantenimiento y conservación es responsabilidad de todos los propietarios. Es importante respetar las normas de uso y tomar decisiones conjuntas para su gestión y mantenimiento en beneficio de todos los propietarios.